Un minificcionista básico puede apelar a cualquier tipo expresiones públicas. En este caso inicie el desorden desde un título alegórico. A saber:
EL DRAGÓN MUERDE SU COLA
O POR QUÉ LA IZQUIERDA NUNCA GANA EN ESTE PAÍS
Transcriba un enunciado mediático. Por ejemplo: “Los militantes de izquierda aborrecen a los militares”. Sume una premisa: Sólo los militares pueden militar. Infiera: entonces los militantes de izquierda se aborrecen a sí mismos.
Suspenda en este caso el toque poético: “el que no tiende no entiende”.
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